domingo, 11 de marzo de 2007

La frontera cerca del almacén


Yo vivo en dos lados al mismo tiempo. Yo cruzo la frontera del carrefour todo el tiempo, voy y vengo. Porque vivo en provincia y en capital. Nací en capital pero vivo en provincia. Mi mamá vota para capital pero paga el Alumbrado, Barrido y Limpieza en San Fernando. Yo tengo domcilio en capital pero estudio en provincia y apruebo con 7. Parece medio mierda, pero no lo es tanto porque tener 2 nichos ecológicos te da la ventaja de que conocés gente de toda la provincia de Buenos Aires. Yo no sé qué me considero, si porteña o bonaerense, pero sí me gusta observar a la gente de conozco y observar las diferencias entre sí. Por ejemplo, una gran característica que los diferencia es el sentido de la orientación. Un provinciano lo llevás a capital y se sabe mover bastante bien. Agarra la guía T y al toque le agarra la mano. Un capitalino lo ponés en el medio de Beccar y se hace caca encima, sin ofender. Una de las desventajas, claro, es que en provincia hay 5 líneas de colectivos, una línea de trenes, no hay subtes ni taxis. En San Isidro hay pero no los podés parar por la calle. Entonces, claro, se le complica a cualquiera.

Otra diferencia muy grande que hay es que los provincianos tienen una mentalidad muy diferente con lo que respecta invitar gente a sus casas. En general el dueño de casa sirve todo y hace todo. También la invitación previa es indispensable. Por más que la lejanía sea de 3 cuadras, se debe llamar antes de aparecer en la casa de alguien. En capital nada de esto es necesario. Se toca el timbre, pim, ya subooo. Y el anfitrión nada más se sienta en el sillón y te dice "abrí la heladera y agarrá cualquier cosa". Yo no puedo responder a estas cosas, porque habé nacido en capital pero tengo costumbres provincianas a morir. Tengo a un amigo viviendo a 4 cuadras y JAMAS nos tocamos el timbre de sorpresa. Otra cosa es que las cocinas de los departamentos de capital son siempre iguales.


Aunque mucho de esto no tiene relevancia. Así que de todas formas no le quiero hablar más porque son medio malos algunos. Para los que no sean malos discúlpenmen, que la próxima les traigo la segunda parte de Las Aventuras de la Liga del Flan Calchaquí.

Mi mamá me dijo que entró a este blog y me dijo que era muy barroca.

Claro, porque acá la onda es cuando más mejor.

Nada de minimalismo.

Hablemos hasta por los codos.

Qué puede llegar a decir un codo? Debe ser muy interesante.

Yo lo quiero escuchar. Todos los codos que tengan algo para decir, vengan a mí.


Los amo amigos contemporáneos.

Con amor, Lucía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aY ! Cierto , cierto . Jamás nos tocamos el timbre sorpresivamente lu. Pero eso es producto de mi miedo a encontrarte en plena aspiración de heroina, o haciendo caca, o en alguna otra situación incómoda por el estilo... En bombachas si te encuentro no me asustaría porque no es nada de lo que no haya visto o vaya a ver (?) . No, en serio. Y más ahora que en EEUU un juez derogo la ley que prohibe pornografia en la web. Igualmente no suelo ver minas en tetas y en conchas al aire ,che. Soy un chico decente, o solo soy decente y no soy un chico. CHAN ! Ahora analizemos la frase semanticamente y multiplicado por la teoría de la relatividad me da = 55544488-44 (?) . No se que es pero llamá y si te atiende mi bisabuela desde el mas allá decile que se olvido los pañales en el inframundo y decile que se deje de cagar encima que acá se nos inunda el rancho cada vez que le chorrea y se ensucia la bombacha larga. AH ! No te olvides de preguntarle si está barato el paco en el cielo ...

Con caca (?) ,
Tu cercano vecino

Anónimo dijo...

bueno nena, no te lo deberia decir, pero si te firman, porque te firman y si lo dejan de hacer, porque lo dejan de hacer...
segui escribiendo (y actualizando seguido) que te leen igual